Es difícil reprimir la tentación de hacer fotos a lo que haces cuando hoy en día el teléfono móvil que llevamos en el bolsillo, no solo dispone de una cámara de fotos de relativa calidad sino que además las sube al servidor de Internet con una facilidad pasmosa (casi automáticamente). Por lo cual seguiré explicando mis cuitas para que mis tutores me corrijan antes de que sea demasiado tarde, y por si a alguien le sirve ver mis errores para no caer en los mismos.

Como veis marco la traca en su situación con respecto a la cuaderna maestra, de esa forma tengo un punto de referencia para las múltiples pruebas que hago a continuación.
Señalo, afilo y lijo en proa y en popa y perfilo a su largo para reducir la separación entre los filos (porque así es necesario en las que ahora me ocupan). Recuerdo que señalo donde la traca, sin forzar torsión, toca con la que ya está situada como he comentado en una mensaje anterior.

Con una pantalla detrás se ve mejor la traca en la que se trabaja en este paso.

Antes de encolar, realizo un sinfín de pruebas hasta que me aseguro que la traca se situará en su lugar sin esfuerzos. Luego la remojo para que resulte más fácil curvarla y la encolo en su sitio.

Como se ve en la foto he empezado a usar chinchetas de señalización que clavo en el mamparo para que sujete la traca en su lugar mientras seca la cola, creo que este sistema se lo he visto a Dominique Bantón, otro maestro artesano que ronda por estos foros.
Lo mismo con la traca de estribor

¡Cuanto desorden en el alféizar taller!

Este es el rincón de hacer serrín, con su recogedor y el tarro para guardarlo. La funda de celofán del paquete de tabaco olía a demonios.
Y para que veáis que mi taller se limita realmente al alféizar de la ventana de la terraza, me gusta trabajar de pie, ahí os pongo la foto con reflejos del bikini de mi mujer tendido a secar
