Pfahlewer de Blankenese
Publicado: Sab Mar 08, 2025 4:30 pm
Los primeros testimonios registrados de práctica de la pesca en el Elba desde Blankenese datan del año 1325. Más tarde, en los siglos XVI y XVII hay documentadas algunas disputas mantenidas con los pescadores de Hamburgo.
En el "Informe provincial de Schleswig-Holstein" de 1787 de Pinneberg se menciona por primera vez, entre otras cosas, el pfahlewer de Blankenese.
El pfahlewer fue el barco pesquero más abundante en el Bajo Elba a finales del siglo XVIII e inicios del XIX, como lo muestra el hecho de que en el año 1806 aparecen registrados 172 pfahlewer sólo en Blankenese. La zonas de pesca eran el Bajo Elba y el Mar del Norte y las especies capturadas eran peces planos como la platija, el lenguado y el rodaballo, y en otoño e invierno, en el Elba libre de hielo, se pescaba el eperlano.
Los peces se capturaban utilizando redes de deriva, triplemente dobladas o de pared, que se desplazaban cerca del fondo y en la que los peces quedaban enredados, llegando a tener estas redes hasta 100 m de largo. El pescado capturado era llevado vivo al mercado en el bünn, que es como se denominaba el vivero que, a popa, poseían los pfahlewer.
Las capturas se vendían en Hamburgo y Altona y, cuando la presión competitiva hacia caer los precios, también en los mercados de la costa holandesa.
Una razón importante para la competitividad de los pescadores de Blankenese en comparación con los holandeses era la calidad del pescado, que se debía a los diferentes métodos de pesca. Los holandeses pescaban con una red de arrastre, la kurre. Según dice Pinneberg en los Informes provinciales de Schleswig-Holstein en 1787:
“Con esta red…se navega y se atrapan los peces que entran en su boca. Una consecuencia de esto es que los peces recogidos en la bolsa del copo a menudo mueren, resultan heridos o quedan inutilizados permanentemente”.
“En cambio, los blankeneses pescan con redes de deriva, redes triplemente dobladas o de pared, que se desplazan cerca del fondo del lago o de la orilla donde se realiza la pesca, y en las que el pez queda enredado como una alondra o una codorniz, y después de haber quitado las redes, es liberado ileso.
El coste de dicho equipo supera en más de diez veces el de las redes comúnmente utilizadas por los holandeses; “Solo la mayor seguridad de la captura, la calidad y lo agradable de la tarea compensan a los blankeneses”
Los pfahlewer tenían una eslora de alrededor de 15 m y una manga de unos 3 m, sus formas eran afiladas, el fondo era plano y la proa, particularmente alta, tenía una cabina para una tripulación de tres hombres. Tenían orzas de deriva en ambos costados y armaban un solo mástil tiple sin obenques con una vela cuadra, estrecha y alta, complementada con un pequeño foque. Gracias a estas características, el pfahlewer podía navegar muy bien ciñendo, llegando incluso a servir como embarcacación piloto en el Elba.
En el Bajo Elba, la corriente de agua dulce del río fluye hacia el Mar del Norte en la parte superior mientras que, dependiendo de la marea, la corriente de agua salada del Mar del Norte fluye hacia el Elba en la parte inferior. Además, la marea baja continúa en el lado norte del Elba, incluso cuando la marea alta ya ha comenzado en el lado sur.
Si a estas condiciones especiales se suman las tormentas y las inundaciones, el cauce del bajo Elba puede cambiar con bastante rapidez y, en conjunto, hace que esta zona de navegación sea difícil incluso hoy en día.
Desde 1111, Blankenese perteneció al territorio de los condes de Schaunburg y desde 1640 hasta 1866 estuvo sujeta al rey danés, que heredó los ducados de Schleswig y Holstein y los gobernó en unión personal. Posteriormente el pueblo pesquero perteneció a Prusia
Como consecuencia de los conflictos militares, durante las guerras napoleónicas de principios del siglo XIX, los pescadores de Finkenwerder fueron adquiriendo poco a poco los pfahlewer de los habitantes de Blankenese y pescando en los caladeros que éstos tuvieron que abandonar al ser perseguidos por la marina inglesa como miembros del reino danés que era su enemigo.
A esa época pertenece el modelo que presento, que por esa razón lleva el pabellón de Finkenwerder (Hamburgo) en lugar del danés.
El final del siglo XVIII fue también el momento de auge de la pesca con estas embarcaciones. Después, a mediados del siglo XIX, la pesca con redes de arrastre se hizo cada vez más popular, y era algo que no se podía hacer con el arrastrero de un solo mástil. Luego vinieron las embarcaciones de dos mástiles, y con ello, el final del pfahlewer.
En el "Informe provincial de Schleswig-Holstein" de 1787 de Pinneberg se menciona por primera vez, entre otras cosas, el pfahlewer de Blankenese.
El pfahlewer fue el barco pesquero más abundante en el Bajo Elba a finales del siglo XVIII e inicios del XIX, como lo muestra el hecho de que en el año 1806 aparecen registrados 172 pfahlewer sólo en Blankenese. La zonas de pesca eran el Bajo Elba y el Mar del Norte y las especies capturadas eran peces planos como la platija, el lenguado y el rodaballo, y en otoño e invierno, en el Elba libre de hielo, se pescaba el eperlano.
Los peces se capturaban utilizando redes de deriva, triplemente dobladas o de pared, que se desplazaban cerca del fondo y en la que los peces quedaban enredados, llegando a tener estas redes hasta 100 m de largo. El pescado capturado era llevado vivo al mercado en el bünn, que es como se denominaba el vivero que, a popa, poseían los pfahlewer.
Las capturas se vendían en Hamburgo y Altona y, cuando la presión competitiva hacia caer los precios, también en los mercados de la costa holandesa.
Una razón importante para la competitividad de los pescadores de Blankenese en comparación con los holandeses era la calidad del pescado, que se debía a los diferentes métodos de pesca. Los holandeses pescaban con una red de arrastre, la kurre. Según dice Pinneberg en los Informes provinciales de Schleswig-Holstein en 1787:
“Con esta red…se navega y se atrapan los peces que entran en su boca. Una consecuencia de esto es que los peces recogidos en la bolsa del copo a menudo mueren, resultan heridos o quedan inutilizados permanentemente”.
“En cambio, los blankeneses pescan con redes de deriva, redes triplemente dobladas o de pared, que se desplazan cerca del fondo del lago o de la orilla donde se realiza la pesca, y en las que el pez queda enredado como una alondra o una codorniz, y después de haber quitado las redes, es liberado ileso.
El coste de dicho equipo supera en más de diez veces el de las redes comúnmente utilizadas por los holandeses; “Solo la mayor seguridad de la captura, la calidad y lo agradable de la tarea compensan a los blankeneses”
Los pfahlewer tenían una eslora de alrededor de 15 m y una manga de unos 3 m, sus formas eran afiladas, el fondo era plano y la proa, particularmente alta, tenía una cabina para una tripulación de tres hombres. Tenían orzas de deriva en ambos costados y armaban un solo mástil tiple sin obenques con una vela cuadra, estrecha y alta, complementada con un pequeño foque. Gracias a estas características, el pfahlewer podía navegar muy bien ciñendo, llegando incluso a servir como embarcacación piloto en el Elba.
En el Bajo Elba, la corriente de agua dulce del río fluye hacia el Mar del Norte en la parte superior mientras que, dependiendo de la marea, la corriente de agua salada del Mar del Norte fluye hacia el Elba en la parte inferior. Además, la marea baja continúa en el lado norte del Elba, incluso cuando la marea alta ya ha comenzado en el lado sur.
Si a estas condiciones especiales se suman las tormentas y las inundaciones, el cauce del bajo Elba puede cambiar con bastante rapidez y, en conjunto, hace que esta zona de navegación sea difícil incluso hoy en día.
Desde 1111, Blankenese perteneció al territorio de los condes de Schaunburg y desde 1640 hasta 1866 estuvo sujeta al rey danés, que heredó los ducados de Schleswig y Holstein y los gobernó en unión personal. Posteriormente el pueblo pesquero perteneció a Prusia
Como consecuencia de los conflictos militares, durante las guerras napoleónicas de principios del siglo XIX, los pescadores de Finkenwerder fueron adquiriendo poco a poco los pfahlewer de los habitantes de Blankenese y pescando en los caladeros que éstos tuvieron que abandonar al ser perseguidos por la marina inglesa como miembros del reino danés que era su enemigo.
A esa época pertenece el modelo que presento, que por esa razón lleva el pabellón de Finkenwerder (Hamburgo) en lugar del danés.
El final del siglo XVIII fue también el momento de auge de la pesca con estas embarcaciones. Después, a mediados del siglo XIX, la pesca con redes de arrastre se hizo cada vez más popular, y era algo que no se podía hacer con el arrastrero de un solo mástil. Luego vinieron las embarcaciones de dos mástiles, y con ello, el final del pfahlewer.