Y como todo llega , tambien llego la hora del rancho, la campana de la cocina sonó y todo el mundo salió corriendo como si se hubiera gritado aquello de "salvese quien pueda!!", "todos a las barcas!!" (

Bueno en realidad salimos ordenadamente y sin escandalos, como es de rigor en una entidad de categoria como la que nos acogia)
Ya una vez en el comedor de marineria, perdon en el de oficiales, solo hace falta ver el lujo de las paredes de madera y espejos (como el del Titanic vaya), pues eso, la camaraderia y buen humor corrian por todas las mesas mientras tomabamos buena cuenta de los manjares que fueron servidos.
Para muestra y envidia (se admite la sana y la malsana) de los que no estaban presentes aqui teneis unas cuantas fotos del banquete.