Nunca es tarde...
Publicado: Mar May 13, 2025 9:09 am
Dice el refrán que nunca es tarde si la dicha es buena. Esto viene a cuento del modelito que estoy terminando con tanta alegría como padecimiento.
Alegría porque termino algo que empecé hace 60 años, y padecimiento porque entonces yo sabía muy poco de modelismo naval y me está dando muchos quebraderos de cabeza para hacer algo que merezca la pena ser mirado.
Me explico:
Hacia 1965 compré el magnífico libro "El Buque" de Björn Lansdtröm y me atrapó para siempre. Él es el responsable de que me iniciase en esto del modelismo naval y los barcos antiguos. Para empezar me propuse construir el modelo de un barco holandés de finales del siglo XVI que describe en la página 123 del libro citado y cuya imagen reproduzco.
En aquella época no había la cantidad y diversidad de materiales, herramientas y accesorios que hay hoy en día, ni tampoco existía internet, así que tuve que apañarme con lo que se encontraba a mano en el mercado que era básicamente lo que se utilizaba en aeromodelismo: madera de balsa y contrachapado de abedul de poco espesor.
Con estos materiales, sierra de marquetería, cuchilla y papel de lija me lancé a construir el modelo del barco holandés, sin más guía ni plano que la página del libro de Landström que os he puesto más arriba. A ojo de buen cubero y con más buena voluntad que otra cosa, logré tallar un casco que tenía cierto parecido a las ilustraciones de Landström. A continuación os pongo la única foto que tengo de aquel intento. Casualmente, en aquellos momentos, un amigo que iba a Bruselas me trajo una caja de montaje de Mantua Model para construir una goleta de velacho con casco hueco y un solo forro. Para mí aquello fue una revelación y mi casco de barco holandés paso a dormir el sueño de los justos en una estantería. Pasó un día y otro día, un mes y otro mes pasó, y cincuenta años pasados habían cuando mi nieto en él reparó. Abuelo, dijo, ¿Y éste cuándo lo acabarás? Cuando acabe lo que estoy haciendo, respondí.
A partir de aquél día, cada vez que venía a mi casa hacía la misma pregunta: abuelo ¿y éste cuándo lo acabarás? Este interés del chico por aquella "cosa" me conmovió y por fin recientemente me decidí a terminarlo para regalárselo a él. No ha sido fácil porque te encuentras con una cosa que te exige tomar una serie de decisiones para hacerla lo más "correcta" posible dentro de las evidentes limitaciones que te impone. Para empezar, la eslora es de 24 cm, poco más de un palmo, y las proporciones son bastante arbitrarias.
Pero como dije al principio, nunca es tarde, y me armé de valor.
Continuará.....
Alegría porque termino algo que empecé hace 60 años, y padecimiento porque entonces yo sabía muy poco de modelismo naval y me está dando muchos quebraderos de cabeza para hacer algo que merezca la pena ser mirado.
Me explico:
Hacia 1965 compré el magnífico libro "El Buque" de Björn Lansdtröm y me atrapó para siempre. Él es el responsable de que me iniciase en esto del modelismo naval y los barcos antiguos. Para empezar me propuse construir el modelo de un barco holandés de finales del siglo XVI que describe en la página 123 del libro citado y cuya imagen reproduzco.
En aquella época no había la cantidad y diversidad de materiales, herramientas y accesorios que hay hoy en día, ni tampoco existía internet, así que tuve que apañarme con lo que se encontraba a mano en el mercado que era básicamente lo que se utilizaba en aeromodelismo: madera de balsa y contrachapado de abedul de poco espesor.
Con estos materiales, sierra de marquetería, cuchilla y papel de lija me lancé a construir el modelo del barco holandés, sin más guía ni plano que la página del libro de Landström que os he puesto más arriba. A ojo de buen cubero y con más buena voluntad que otra cosa, logré tallar un casco que tenía cierto parecido a las ilustraciones de Landström. A continuación os pongo la única foto que tengo de aquel intento. Casualmente, en aquellos momentos, un amigo que iba a Bruselas me trajo una caja de montaje de Mantua Model para construir una goleta de velacho con casco hueco y un solo forro. Para mí aquello fue una revelación y mi casco de barco holandés paso a dormir el sueño de los justos en una estantería. Pasó un día y otro día, un mes y otro mes pasó, y cincuenta años pasados habían cuando mi nieto en él reparó. Abuelo, dijo, ¿Y éste cuándo lo acabarás? Cuando acabe lo que estoy haciendo, respondí.
A partir de aquél día, cada vez que venía a mi casa hacía la misma pregunta: abuelo ¿y éste cuándo lo acabarás? Este interés del chico por aquella "cosa" me conmovió y por fin recientemente me decidí a terminarlo para regalárselo a él. No ha sido fácil porque te encuentras con una cosa que te exige tomar una serie de decisiones para hacerla lo más "correcta" posible dentro de las evidentes limitaciones que te impone. Para empezar, la eslora es de 24 cm, poco más de un palmo, y las proporciones son bastante arbitrarias.
Pero como dije al principio, nunca es tarde, y me armé de valor.
Continuará.....