Encuadernación paso a paso
En esta foto veis la cartulina del lomo ya pegada sobre la tela. En cuanto a ésta, lo más sencillo hubiera sido cortar un trozo del tamaño de los cartones de las tapas para hacer la encuadernación en plena tela. Sin embargo aquí haremos una encuadernación en media tela, con tapas cubiertas de papel jaspeado y puntas de tela, que estéticamente queda mejor. Pero esto es al gusto de cada uno.
Aunque no lo he dicho antes, empleamos cola blanca diluida aplicada con un pincel grueso o una brocha en todas estas operaciones. Tras pegar la cartulina del lomo se pegan los cartones. Veis que entre los cartones y la cartulina del lomo la tela lleva un doblez que corresponde a la bisagra. Esto hay que hacerlo con cuidado ayudándose de una regla, pero requiere algo de práctica para que salga uniforme. A continuación colocaremos las puntas de tela, hechas con piezas triangulares que pegaremos sobre cada una de las cuatro esquinas de las portadas. Una vez pegadas, se corta la esquina a unos 3 mm del vértice del cartón, y se le da la vuelta y se encola sobre la cara interior de éste. También daremos la vuelta a la parte superior e inferior del lomo para encolarlas. Aquí también es necesario un poco de cuidado extra para que la bisagra no pierda su forma. Todo es cuestión de un poco de práctica. Ni que decir tiene que durante todo el proceso es necesario tomar medidas continuamente y tener cuidado de que todo quede simétrico.
Para terminar con las tapas por el momento sólo queda forrarlas con papel. Podemos utilizar papel jaspeado de diversos colores y modelos, como por ejemplo el de la foto, o papel liso de un color que haga juego con el lomo. En cualquier caso, es importante que el papel sea de buena calidad para que no se deforme al encolarlo. Hay que medir las piezas cuidadosamente y cortarlas como se indica en la foto. Después se encola y se pega sobre el cartón y la tela. Esta operación encierra cierta dificultad, ya que la cola no debe estar tan diluida que empape el papel, ni tan espesa que su aplicación sea difícil y seque demasiado rápido. Además, el papel tiende a deformarse una vez encolado y si no tenemos muchísimo cuidado tenderá a formar arrugas sobre el cartón, lo cual hay que evitar a toda costa. Para ello ayudaría tener acceso a una prensa, pero como esto no es común lo que se puede hacer es colocar el cartón y el papel entre dos planchas de madera (si tienen las superficies satinadas mejor para evitar que se peguen) y después de hacer presión manual colocarlas bajo un buen peso. Una vez preparado un lado se procede con el otro (no hacerlos los dos a la vez), y a continuación se encolan las pestañas y se pegan dándole la vuelta al borde del cartón.
PD: Aunque sobre gustos no hay nada escrito, os aseguro que el color del papel en la realidad no es tan horrible como sale en la foto.
PD: Aunque sobre gustos no hay nada escrito, os aseguro que el color del papel en la realidad no es tan horrible como sale en la foto.
Gracias deuve. Yo creo que parte del problema en este caso es que la elección del papel ha sido algo desafortunada, pero no me quedaba tela azul para todo el libro. De todas formas otras combinaciones pueden quedar mejor. En la foto para comparar muestro un ejemplar a la izquierda forrado entero en tela y otro con media tela y papel que creo queda más agradable que el que estamos haciendo.deuve escribió:Muy buen paso a paso.
Personalmente me gusta más forrado entero en tela. Aunque como has dicho, para gustos colores.
Un saludo
Después de este paréntesis que no he podido evitar, y por el que pido disculpas a todos aquellos que estuvieran esperando el final, seguimos con la encuadernación y terminaremos el libro.
El siguiente paso es la colocación de las guardas. Para hacer las guardas cortamos una pieza de papel que mediremos bien, de la misma longitud que el libro pero de doble ancho, y la doblamos por la mitad. Obviamente tendremos que cortar dos, una para la parte de delante y otra para la de atrás.
El siguiente paso es la colocación de las guardas. Para hacer las guardas cortamos una pieza de papel que mediremos bien, de la misma longitud que el libro pero de doble ancho, y la doblamos por la mitad. Obviamente tendremos que cortar dos, una para la parte de delante y otra para la de atrás.
Una vez cortadas y dobladas pegaremos las guardas sobre el libro. Para ello aplicaremos cola en una franja de unos 3 mm a todo lo largo del vértice en una de las caras. Es útil introducir un papel de periódico entre medias para evitar que se peguen las hojas en los extremos. Una vez hecho esto lo pegamos sobre la primera hoja del libro, teniendo cuidado de que los hilos y la tela del lomo no queden por debajo. Fijaos que previamente hemos deshilachado los hilos. Una vez hecho el anverso se procede de igual manera con el reverso.
Ahora viene un paso que es crítico, ya que vamos a ensamblar la portada y el lomo sobre el libro. Para ello es necesario colocar el libro sobre éste y cerrarlo de tal manera que podamos ajustar exactamente la posición en la que va a quedar. Algo similar a lo que se ve en la foto 21. Es importante que comprobemos que todo está centrado y ajusta bien. Entonces, sin mover el libro de posición, abrimos la portada y encolaremos toda la superficie de la contraportada, esta vez aplicando también cola sobre los hilos y la tela, que quedan pegadas a la contraportada. Ojo: no hay que encolar el lomo, sólo la superficie horizontal del libro.
Antes de encolar es útil, aunque no imprescindible, interponer entre las dos hojas de la contraportada una plancha metálica que suele ser de zinc (pero obviamente cualquier cosa vale), y sobre ella un papel de periódico. De esta manera será más cómodo encolar, lo cual haremos con una brocha o pincel gordo y cola diluida. Aquí hay que ir con cuidado y adquirir cierta práctica, ya que la cola seca rápido (por eso no os muestro la foto de la hoja encolada) y es difícil de aplicar si no está suficientemente diluida, mientras que si lo está demasiado el papel se empapa y se deforma, aumentando así el riesgo de que al pegarlo sobre la tapa quede asimétrico o, lo que es peor, con arrugas y pliegues. El papel ha de ser de buena calidad. En este caso utilizamos papel Canson que puede encontrarse en cualquier papelería. Una vez encolado el papel cerraremos cuidadosamente la tapa sobre él y aplicaremos presión.
En cuanto a la presión, lo óptimo es utilizar una prensa, pero no es un instrumento que normalmente tengamos a mano. Puede suplirse poniendo una plancha de madera sobre el libro y sobre ella bastante peso, como un pila grande de libros o cualquier otra cosa (incluso sentarse encima un ratillo), hasta que quede seco. Obviamente una vez terminado un lado procederemos con el otro.
Este es el resultado. Ahora sólo queda decorarlo un poco y ponerle un tejuelo en el lomo con el título y el autor.
Este es el resultado. Ahora sólo queda decorarlo un poco y ponerle un tejuelo en el lomo con el título y el autor.
Básicamente ya está. Yo suelo cubrirlos con una lámina de acetato para proteger, como si fuera un forro transparente. En cuanto a opciones, todas las que queráis en cuanto a combinación de colores, tipos de papel o de tela, dibujos en la portada o en las guardas, etc. Os pongo esta foto que ya os mostré hace algún tiempo para que veáis algunos ejemplos. Espero que os guste y que os sirva para aumentar vuestra biblioteca.